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El lector de etiquetas

Los que me conocen habrán podido comprobar que tengo una extraña manía por leer las etiquetas. Leo desde las etiquetas de los botellines de cerveza, hasta las de las botellas de agua mineral. Es algo que hago inconscientemente mientras estoy con alguien tomándome algo. Hay espacios de tiempo, pequeños espacios de tiempo donde guardamos silencio, es entonces cuando se me ocurre leer la etiqueta de lo que tengo enfrente, mientras el otro se dedica a mirar las musarañas, encender un cigarrillo o a comprobar si su cupón de la once ha sido premiado.

Leo las letras grandes, las medianas y hasta las pequeñas. Leo la denominación de origen de los vinos, la localidad de la fábrica de la Coca-cola, el manantial de donde se saca las aguas minerales de una botella de agua...leo esos mini textos como si buscara un mensaje revelador, algo así como un mensaje oculto donde los extraterrestres anunciaran al mundo que están entre nosotros. Los que presencian mi extraña manía se preguntaran en que estaré pensando mientras leo y releo esos textos insustanciales. Pienso mil y una cosas, pienso en si nos tomaremos una cerveza más antes de irnos, en lo largas que se van haciendo las tardes, en mi irremediable vida hipotecada, en si mi amig@ debe estar pensando qué debo pensar de él/ella. Pienso también que a veces pienso demasiado y que a la vez no pienso nada las cosas. Pienso en que soy demasiado confiado con cierta gente y a la vez demasiado desconfiado con quien no se merece mi desconfianza. Pienso también en que Schweppes tiene sólo dos vocales frente a siete consonantes.

12 comentarios

Anónimo -

link

Rutinario -

Toya, como nos subimos eh?. Otro besillo de medio lao.

pini, ay pini, a buenas horas mangas verdes. Ya vi que lo leístes, acabo de llegar y me encuentro esto. A mi tampoco me va el enlace, pero bueno, veo que te las has ingeniado para leerlo.

Lo dicho, nos leemos. Un beso.

pini -

no puedo abrir el link que me dejaste -eso que dice "este post" en colorado-.
ya veré cómo me las ingenio para llegar a destino.

toya -

Rutinario, yo llevo la voz cantante en todas partes :P...eso no lo dudes.
Otro besito dominguero para ti

Rutinario -

Pini, pero que arte con el comentario. Hacemos una cosa, yo primero leo la etiqueta del frasquito, luego toya lo arruga y luego te damos el frasquito hace?. ;)

Puede que te interese este post, a lo mejor te resulta familiar. Te estaré curioseando, que lo sepas. :)

Maite, ¡sabía que me ibas a decir esto!. Tuve grandes tentaciones de ponerme a leer las etiquetas, pero me pudo más el saber que estarías pendiente de si me ponía a leerlas o no, ¡que no soy un mono de feria leches!.

Monos de feria aparte, eso quiere decir que no me aburrí en ningún momento, eso es buena señal. :) Un petó vesina. ¡Y el lunes es fiesta!, ¡yepa!.

Rutilobolópez -

Toya quieres decir con eso que eres de las que llevan la voz cantante en la cama. Oys!. A mi también me parece bien.

Un beso dominguero. ;)

Kape, fina, fínisima, jeje..que sepas que te leo, no comento, pero te leo, me río mucho con tus ocurrencias, todas muy "gráficas". Remuas para allá.

Alfred?, tú también?. Yo en esos momentos me pongo a filosofar, fíjese usted.

Hola Corsaria, lo de leer etiquetas es muy recurrente para hacer tiempo sí. :) Y sí, miro las piernas de la Crow y todas las piernas bonitas que se me presenten. ;) Que relajante es el color de tu blog, si el color del texto fuera de un azul más oscuro sería perfecto :D

maite -

A si?, pues esta noche has tenido dos botellas en tus manos y no te has leido ninguna etiqueta...hum...y eso tiene algo que ver con la falta o con la sobra de confianza conmigo?, jejeje ;).
Un placer nuestro encuentro querido vesino. un petó.

pini -

al descubrir identidad de manías, me siento un poco más tranquila.
me fijo con todo frasco, detenida en el origen, el vencimiento, la composición, nunca las calorías -porque el peso ya ha pasado a ser un tema menor- pero sí, aunque lo sepa, ver si encuentro la dirección exacta de la fábrica.
a veces pienso que tengo algo de inspectora -para qué puede interesarme la localización, me digo- y luego, que deberé reincidir con el diván.
el problema es que allí no le veo la etiqueta ni la cara a mi analista, y pienso, qué estará pergeñando comprarse con los honorarios que dejaré, mientras intento descifrar los títulos casi ilegibles de los libros que lejos descansan sobre el primer estante de su biblioteca.
buenos días.
p.d.: me prestas un frasquito? :-)

corsaria -

Yo las leo cuando me aburro en la mesa de algún bar. Es como fijar la vista en algo mientras la mente anda por otros derroteros.

Escribes bien, lo que he leído en tu blog me gusta.
Así que miras las piernas de la Crow. :P

Alfred -

Yo también como Kape :) soy todo un experto en la composición química del champú y el gel de ducha. JAJAJJA

Kaperucita Negra -

Yo leo las etiquetas cuando hago kaka jajajajaajjaaja que fina soy eh???

Besitos muuuua muuaaaaa

toya -

Unos las leen y otros las arrancan. Yo soy de las que las arrancan. No hay botella con etiqueta que salga de mis amnos con ella intacta.
Una vez un novio mio me dijo que eso era señal de que estaba obsesionada con el sexo......me parece bien.
Besos con denominacion de origen.