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Rutinario Club Social

Cosas que pasan

Ringo



Creo que no lo había comentado nunca lo de mi manía de ponerles nombres de estrellas del rock a mis mascotas. Tengo un perro que se llama Fredy como Fredy Mercury el líder de los Queen, también tuve un periquito que bauticé con el curioso nombre de Elvis, por Elvis Presley, pero ahí no queda la cosa, mi gato tampoco se escapó de que le pusiera un nombre de una estrella del rock, le puse Ringo por Ringo Starr, el simpático bateria de los Beatles. Ringo es un nombre ideal para un gato, es corto, gracioso, facil de pronunciar. Hace ya unos años tuve una gata llamada Remi, la jodía era la cosa más mala que te podías echar a la cara, arañaba los sillones, te arañaba a tí, rompía las figuritas, trepaba por las cortinas, un mal bicho. Cuando llegó Ringo a nuestras vidas lo recibí con cierto recelo, no quería volver a pasar lo que pasé con Remi. Pero no, Ringo es el gato más bueno que he visto en mi vida, se deja acariciar, no rompe nada, como mucho se sube a la mesa de la cocina a estirarse un rato, entra y sale de casa cuando quiere..es a fin de cuentas, uno más de la familia.

Me estoy acordando de la cantidad de películas (sobre todo americanas) tipo Algo pasa con Mary y demás donde muchos de los gags los protagonizan los gatos haciéndoles trastadas, gags tipo el Coyote y el Correcaminos. Ayer ocurrió un triste accidente, Ringo fue arrollado por las ruedas de un coche, de nuestro coche.Ahora mismo todos esos gags de las películas yankis no me hacen ni puta gracia. No me lo puedo creer, le había cogido cariño al bicho y de un día para otro ya no está. Que muerte más absurda.

Crónica de una muerte anunciada



Viejo desesperado - En el umbral de la eternidad
Van Gogh

Esta mañana ha sucedido algo que llevaba años temiendo de que pasara, hasta que pasó. Recién salido de la ducha y todavía seguía medio adormilado, moviéndome torpemente. Cogí el peine para poner un poco de orden en mi cuero cabelludo y empecé a peinarme. Yo no sé lo que pasó que el peine se me escapó de las manos y voló de entre mis dedos por los aires, intenté cogerlo en el aire, el tiempo se relantizó, había perdido el control, la mente se paralizó, mis reflejos me estaban fallando, lo perdía, lo perdía...el primer impacto fue la premonición de lo irremediable, de lo que muchas veces había temido durante tantas mañanas lagañosas de mi vida. El peine fue a para al fondo de la taza del water.

¡¡NOOOOOOOO!!, ¿¿¿¡¡porqué!!???, ¡era joven!, ¡tenía proyectos para él!. Hinqué mis rodillas en el frío suelo y maldije mil y una veces mi torpeza, mi negligencia, mi mala suerte. Juré y perjuré por los churumbeles que todavía no tengo que este suceso no volvería a ocurrir en la vida, jamás de los jamases.

Fiebre



Después de publicar el post de 28.000 puñaladas, me fui a la cama tan campante. No sabía lo que el destino me tenía preparado. La noche la pasé en vela, escalofríos van y escalofríos vienen, el cuerpo de vuelta y media y el corazón asustado. Parecía como si esas 28.000 puñaladas hubiesen ido a parar a mi espalda, quedándome así con el cuerpo dolorido de cabo a rabo (¿se puede decir rabo a estas horas?). La fiebre no cesó a lo largo del día siguiente, los viajes al lavabo tampoco, falté al trabajo... es curioso como de un día para otro te puede dar un jamacuco que borre por un momento tu sonrisa y consiga que deambules como un zombi por casa. La noche del viernes intenté cenar algo y como decía la canción de Radio Futura, pastillita y a dormir. ¡Y voila!, milagrosamente al día siguiente desaparece la fiebre y gran parte de los dolores y de nauseas. ¡I feel good! . Bailotee todas las canciones que sonaban en la radio mientras me preparaba el desayuno, hasta las pachangadas como la última del Bisbal. Jesusito de mi vida, no me vuelvas a dar sustos de estos en mucho tiempo.

Estos días se está convirtiendo en la cuenta atrás de “el día D”, el día de la comunión de la niña (mi hermana). Y claro, ese día vendrá mucha gente de fuera. Mis padres están preparándolo todo para que todo esté perfecto el día de la llegada de los familiares, algo así como la boda de el príncipe Filip y la Leti, pero sin novio. Ayer tocó pintar mi habitación, una que tengo adjudicada en la casa de campo que tantas horas nos ha robado por ser pobres y tener que hacerlo todo con nuestras propias manitas. El caso es que la tengo decorada a mi gusto, pero claro, mi gusto dista mucho del gusto de mi madre. Discusiones como esta son de lo más habituales...

- Este póster he pensado que mejor lo quitamos, ¿no?.
- ¿¿Pero porqué??, ¡si ese póster panorámico con esa playa paradisíaca no puede molestarle a nadie!.
- No sé, es que lo veo muy grande, bueno, tu verás que haces con él..
- Y ese cuadro de corcho lo vamos a cambiar de ahí, lo pondremos un poco más a la izquierda.
- ¿¿Pero porqué??, si a mi me gusta donde está, con sus Beatles, su Ariadna Gil, su Faemino y Cansado, su maestro Zen, su Fary..
- ¿Y todas esas revistas?, ¿para que tantas revistas?, ¿no se puede tirar ninguna?.
- Pues no, precisamente me las traje aquí para que no molestara en el piso, creía que aquí no molestarían a nadie, me gusta releerlas al cabo del tiempo, como lo que hace Tom Waits con los discos que compra.
- ¿Quién?.
- Es igual mamá.
- Trae el cuadro aquel y cuélgalo ya en la pared.
- ¿El de la cuesta empinada esa de San Francisco?, vale.
- Espera, deja que le quite un poco el polvo al cristal..
- No hace falta mamá, si no está tan sucio..
- ¡Crack!.
- ¡Mamá!.
- ¡Uy hijo!, ¡si se ha roto sin apenas apretarle!, no pasa nada hijo, a lo mejor no se notará una vez colgado...
- Mi cuadro de San Francisco...Mamá, si quieres que ahueque el ala de una vez dímelo claramente, pero no hace falta que tomes medidas tan drásticas. sniff..

El soplagaitas



Hace un año por estas fechas pasé la revisión médica “rutinaria”, la que te ofrecen en el trabajo. Hoy tocó una nueva visita a la doctora. A la doctora, a la enfermera, y hasta la que ni siquiera era enfermera.

- A ver David, ahora coge todo el aire que puedas y sopla luego por este tubito todo lo fuerte que puedas, intentando aguantar todo lo que puedas hasta quedarte sin aliento.
- Vale, si doy positivo a mi que me registren, ¿eh?.
- Al lío...
- Afuuuuuu...
- Uy, que poquito soplas tú.
- Bah, haber si me voy a dejar el alma por el dichoso tubito. Pero bueno digo yo, ¿y si no llego a los límites establecidos que quiere decir eso?, ¿en que me repercute?.
- Ah, pues la verdad, no tengo ni idea, yo sólo estoy sustituyendo a una chica, me dijeron lo que tenía que hacer pero no sé exactamente para que sirve esta prueba.
- Pues chica, muy mal. Vengo aquí con la seguridad de que voy a estar en buenas manos y resulta que no me pueden decir para que sirven las pruebas que me están haciendo.
- Pues...chico, es lo que hay.
- Sopla otra vez, ¿y ahora prueba a ponerle más empeño al asunto eh?.
- Si claro, me gustaría verte a ti haciendo el gili con el tubito, te debes estar partiendo de risa para tus adentros...
- De eso nada, yo la soplo muy bien.
- ¿¿Comooooorr??.


A la chica le traicionó el subconsciente, se puso roja como un tomate. Yo me habría querido quedar para verlo con mis propios ojos, pero una de las enfermeras me cogió del brazo para llevarme a hacer otra de las muchas pruebas que te hacen. Cagüen la mar..